Contrarrestando la Dependencia Intelectual con el Aprendizaje Basado en Proyectos

En una escuela tradicional, los alumnos no sólo aprenden a depender de sus profesores emocionalmente, sino también intelectualmente. Esencialmente, la escuela nos enseña qué pensar, no necesariamente cómo pensar. Gatto lo expresa perfectamente: «Los buenos estudiantes esperan a que un profesor les diga lo que tienen que hacer. Esta es la lección más importante de todas: debemos esperar a que otras personas, mejor formadas que nosotros, den sentido a nuestras vidas". 

Una vez más, las escuelas parecen estar quitando la capacidad de decisión a los alumnos. En su mayoría, no son un lugar donde los niños puedan aprender a pensar por sí mismos y desarrollar sus propias perspectivas. Fabrega añade que los niños tienen poco o ningún margen para desarrollar sus propias ideas. Conformarse y someterse a la autoridad no hace avanzar a nuestras sociedades. Son las personas que piensan por sí mismas las que son capaces de crear progreso. 

Estas peligrosas lecciones y la forma de contrarrestarlas conectan con la vida cotidiana en el Colegio Jacaranda. Un lugar donde el aprendizaje basado en proyectos está a la vanguardia. Como hemos mencionado en blogs anteriores Jacaranda utiliza una historia (La JacaStory o JacaHistoria), o estudios de libros (escuela media) para encender y guiar la investigación y el aprendizaje experimental. Dando a los estudiantes varias oportunidades durante el año escolar para formular sus propias preguntas, desarrollar sus propias perspectivas, y luego compartir su aprendizaje con los demás. 

Un buen ejemplo de cómo eliminar la dependencia intelectual es una actividad de aprendizaje basada en proyectos en Jacaranda. 

Los alumnos de tercero y cuarto empezaron su viaje tras escuchar una historia sobre unos científicos que se pierden en la selva y se encuentran con un pueblo secreto que comparte con ellos información sobre la fuerza magnética de la Tierra. Después de ver y escuchar la historia, los alumnos tenían muchas preguntas sobre el magnetismo, así que desarrollaron un proyecto para explorar el concepto de magnetismo. Para compartir lo que habían aprendido, se dividieron en grupos y cada uno creó su propio juego de mesa. En lugar de prescribir reglas para los juegos, su profesor les mostró juegos de mesa, sin la regla incluida. Cada grupo experimentó creando sus propias reglas para estos juegos para ver qué funcionaba y si sus reglas se entenderían. Durante este proceso, el profesor sirve de guía, haciendo preguntas y ayudando a los alumnos a considerar la viabilidad de las reglas que están creando. 

A continuación, cada grupo de alumnos creó las reglas de su propio juego. Para culminar su proyecto, invitaron a los padres a la escuela para que vinieran a jugar a los juegos de mesa que habían creado. 

Además de aprender sobre magnetismo y cómo crear juegos de mesa. Los alumnos explicaron cómo se agruparon con estudiantes con los que no habían trabajado antes y cómo esto les dio la oportunidad de negociar y encontrar formas de trabajar juntos de forma creativa. Cada grupo creó juegos únicos e innovadores. En lugar de depender de su profesor, los alumnos colaboraron para resolver problemas y superar retos.

Su profesora, o más bien guía, comparte lo que hizo especial a este proyecto. 

Guiar a los estudiantes en este proyecto fue una experiencia enriquecedora y asombrosa. Nosotras acompañamos el aprendizaje, como guías, observando a los estudiantes, e hicimos una propuesta para incorporar lo que observamos juntos en la JacaHistoria. 

Fue un proceso muy retador, por qué diseñar un juego de mesa no es fácil. Requiere que los estudiantes usen el pensamiento crítico y usen el método científico considerando las variables y desarrollando una hipótesis o pregunta para cada uno de sus juegos. Así fue que lograron incorporar los conceptos de magnetismo presentados en la JacaHistoria. 

Es asombroso ver el aprendizaje ocurrir en los grupos. Ellos y ellas se dieron cuenta de lo que necesitaban para poder involucrar estos conceptos. Esto les abrió el espacio para  que pusieran a volar su imaginación creando juegos únicos. De hecho los juegos siguen en nuestro colegio, y es algo que disfrutan durante momentos de juego y de tranquilidad. En estos juegos los estudiantes desarrollan sus pensamiento crítico, superan retos físicos, aplican estrategias, y aprenden a convivir y jugar juntos.  Para mi fue hermoso ver como el proyecto les permitió ser autónomos, empoderados para crear algo totalmente suyo. Más allá, al nivel metacognitivo, los estudiantes lograron entender aún más el valor del aprendizaje basado en proyectos,  la importancia de su involucramiento pleno en el proceso, el arte de la negociación para distribuir roles y responsabilidades y así poder jugar juntos. Siento que es muy especial poder acompañarlos en este proceso, y ser testigo de todo lo que logran aprender. Experiencias que seguramente impactan su vida y ayudan a prepararse para un futuro donde la creatividad es esencial.

-Kariana Useche, Profesora de Cuarto Grado

References: 

Fábrega, A. L. (2023). The Learning Game. Harriman House Limited.

 Gatto, J. T. (2017). Dumbing Us Down - 25th Anniversary Edition. New Society Publishers.

Anterior
Anterior

El Colegio Jacarandá finalista en el VIII Congreso Internacional de Educación y Expo Educación y Felicidad 2024

Siguiente
Siguiente

La Velita de Jacarandá: Construyendo Independencia y Fomentando Resiliencia Emocional